Ancízar Narváez M.
Resumen
El presente artículo es el producto de una indagación preliminar sobre
el papel de los medios y la cultura mediática en la formación del Estado-nación
en Colombia. En esta primera parte se establece una relación entre la
infraestructura actualmente existente, la cobertura territorial y la cobertura
poblacional, teniendo en cuenta las implicaciones de la privatización de las
telecomunicaciones y la radiodifusión.
Palabras Clave: Colombia, Telecomunicaciones, Radiodifusión, Nación
Telecommunications and Nation in Colombia (I)
Infrastructure and Coverage
Infrastructure and Coverage
Abstract
This article is
the first product of preliminary investigation on the role of media and media culture
in formation of Colombian nation-state. In this first part, a relationship
between the currently existing infrastructure, geographical coverage and
population coverage is seted, taking into account the implications of
privatization of telecommunications and broadcasting
Key Words: Colombia, Telecommunications, Broadcasting, Nation.
Introducción
Las naciones, como comunidades imaginadas, lo son porque comparten algo
(Anderson, 2005). Ese algo son tres instancias de identificación que devienen
reales en la medida en que son efectivamente compartidas no sólo
imaginariamente sino materialmente; estas son el territorio, la población y las
instituciones.
La principal forma de hacer común el territorio es a través de la
infraestructura, es decir, las intervenciones físicas que lo marcan y lo hacen
apropiable por los sujetos. La primera infraestructura que se requiere para una
nación, fuera de la militar y de la escolar, es la de transporte. En el siglo
XX, como lo describen Pachón y Ramírez (2008), Colombia intentó una integración
del territorio a través de una incipiente infraestructura de ferrocarriles y
carreteras que ha resultado insuficiente para la formación de un mercado
interno y para una inserción en el mercado externo.
Es esta infraestructura la que permite a los individuos sentirse
partícipes de un mercado, es decir, sentirse productores y consumidores, pero
al mismo tiempo, súbditos de un mismo Estado (una misma ley, una moneda, un
sistema de pesas y medidas, etc.). Por tanto, las deficiencias de esta
infraestructura constituyen un déficit en el sentido de nación.
Sin embargo, la infraestructura que más contribuye a la conformación de
una comunidad entre imaginada y real es la de telecomunicaciones. El secreto de
las telecomunicaciones consiste en que por primera vez “los mensajes viajan más
rápido que los mensajeros”; más aun, los mensajes no incluyen al mensajero, el
cual pasa a ser un aparato y unas redes. En consecuencia, es posible establecer
un intercambio a distancia que implica imaginar al emisor y al receptor pero no
percibirlos. Para la formación de la nación entonces es necesaria una verdadera
infraestructura de telecomunicaciones (satélites, estaciones satelitales
terrestres, estaciones de microondas, redes de fibra óptica, cableados en general).
Estas infraestructuras son, pues, la primera base de cohesión de la población
para sentirse perteneciente a una comunidad imaginada llamada nación, que
comienza a ser más real en cuanto es posible la integración física.
Desde este punto de vista, habrá que diferenciar la infraestructura de
telecomunicaciones de la infraestructura de radiodifusión o Broadcasting, pues aunque en rigor ambas
son telecomunicaciones, la primera no implica contenidos adheridos a su
naturaleza, mientras que la razón de ser de la segunda es justamente la
transmisión de contenidos. En ese sentido, la infraestructura de
telecomunicaciones tiene un valor estratégico en términos económicos y
políticos y de soberanía (hacia dentro, porque es presencia física del Estado y
hacia fuera, porque marca independencia y control del territorio) más que cultural.
Sin embargo, la radiodifusión no puede existir sin una infraestructura de
telecomunicaciones que la soporte. En consecuencia, aquí se incluyen ambas.
Las telecomunicaciones incluyen también las dos dimensiones de la
comunicación: interpersonal e institucional. La primera, la que se da entre los
sujetos; la segunda, la que se da entre las instituciones y los ciudadanos.
Aunque la primera es la que hace que la comunidad imaginada llamada nación sea
real, pues se trata de las personas concretas con nombres y apellidos que
comparten algún mensaje en algún lenguaje, por algún medio técnico, en
realidad, lo que hace posible esa comunidad es que tienen en común algún
referente facilitado o creado por la institucionalidad. Esa institucionalidad
la podemos sintetizar en dos grandes agentes: el Estado y la empresa
capitalista, de tal suerte que la comunicación institucional consiste en la
comunicación, esta sí predominantemente unilateral, del Estado con la nación
(los ciudadanos), y de la empresa con el mercado (los consumidores). La nación
es una creación de estas dos entelequias modernas y, por tanto, capitalistas.
Para identificar esta relación es necesario, en términos metodológicos,
examinar las telecomunicaciones y los medios en tres dimensiones: a) la
infraestructura, que incluye la cobertura territorial y poblacional; b) la esfera
pública y la ciudadanía (canales públicos, privados, regionales, locales) que
trata del consumo y el acceso efectivo a los medios como instituciones y como
infraestructura; y c) finalmente, el mercado que comprende ventas, utilidades y
eventualmente la participación en el PIB del país, pero cuyo análisis se hará
en un segundo artículo.
Si el sentido de las telecomunicaciones es el cubrimiento y la
integración del territorio para incorporarlo a la nación, entonces hay que
examinar cuál es la contribución de cada sector a este propósito de
integración.
Telefonía fija
La primera manifestación de integración del territorio es la densidad
telefónica, o sea el número de líneas activas en relación con el número de
habitantes. Esta densidad indica no sólo un aspecto físico sino también un
grado de urbanización y, por supuesto, de industrialización.
Tabla 1: Densidad telefónica
Año
|
Líneas
|
Densidad
|
2004
|
7550000
|
17.82%
|
2005
|
7665000
|
17.87%
|
2006
|
7717000
|
17.78%
|
2007
|
7924000
|
18.04%
|
2008
|
7929000
|
17.84%
|
2009 (Junio)
|
7731000
|
17.19%
|
Fuente: CRC (2009).
En general, la densidad nuestra está tres puntos porcentuales por
debajo de la de América Latina (de los principales países), cuya densidad es en
promedio del 20 por ciento; además, se encuentra en descenso: dentro de este
grupo sólo superamos a Ecuador y Perú. Tanto en el Total Nacional como en las
cabeceras, "la
tenencia de línea telefónica fija ha caído en el período 2003-2008. En el Total
Nacional pasó de 54,7% a 44,3%. En las cabeceras pasó de 68,3% a 55,4%” (Dane, 2009). Entre 2008 y 2009 se han
perdido 198.310 líneas, una disminución sensible en un solo año (tabla 1) (Crc, 2009).
La distribución geográfica es supremamente desigual. Si consideramos
que Colombia tiene más de mil cien (1100) municipios, los 10 más importantes, según
la tabla 2, concentran el 65% de las líneas telefónicas, mientras que por lo
menos 1090 municipios se distribuyen el resto (35%). Por otro lado, las tres
primeras ciudades, que reúnen aproximadamente el 26% de la población del país,
concentran el 52% de las líneas en uso en 2009.
Esto obedece a la lógica absoluta de mercado que se impuso a partir de
la privatización de Telecom en 2004;
Telecom era la única empresa que cubría a todo el país puesto que operaba sin
ánimo de lucro. Si la telefonía fija ha venido decreciendo ha sido en parte
porque se han retirado las estaciones y las líneas de las poblaciones más
alejadas donde efectivamente no es económicamente rentable prestar el servicio.
En cambio, ha habido aumentos importantes en la instalación de líneas en el último
año en lugares densamente poblados como Cali y Yumbo que son una misma área
metropolitana, Floridablanca y Pidecuesta en el área metropolitana de
Bucaramanga, Bello en el área metropolitana de Medellín y Soledad en el área
metropolitana de Barranquilla, así como en Manizales que es ella misma un área
metropolitana con Villamaría (Crc,
2009). Desde luego que esto va segregando zonas que comienzan a no sentirse
como partes del país. Se quedan en territorios, como se llamaban antes los
‘Territorios Nacionales’, es decir, no integrados como parte de la estructura
social y política de la nación sino como una especie de ‘lejano oeste’ (tabla
2).
Tabla 2: Distribución telefónica por ciudad
Ciudad
|
% Líneas
|
Bogotá
|
32.9
|
Medellín
|
10.7
|
Cali
|
8.5
|
Barranquilla
|
2.8
|
Bucaramanga
|
2.1
|
Cartagena
|
1.6
|
Cúcuta
|
1.5
|
Bello
|
1.5
|
Ibagué
|
1.4
|
Pereira
|
1.4
|
Resto
|
35.5
|
Fuente: Crc (2009).
Desde el punto de vista social la concentración también es evidente. En
2008, según el Dane (2009),
a nivel Nacional, el 33,7% de los hogares
donde el jefe del hogar recibe un ingreso entre 0 y menos de 1,5 salarios
mínimos tiene teléfono fijo. En aquellos donde el jefe devenga entre 1,5 y 5
salarios mínimos, el 53,6% posee telefonía fija. El 83,4% de los hogares donde
el jefe gana más de 5 salarios mínimos tienen telefonía fija (Dane, 2009).
Las proporciones hablan por sí mismas: los hogares de ingresos altos
prácticamente triplican a los de ingresos bajos en cuanto a acceso a la
telefonía fija.
Tabla 3: Participación en el mercado telefónico por
operador
Operador
|
Participación
|
Telecom (Privada)
|
29.9%
|
ETB (Pública-Bogotá)
|
25.3%
|
EPM (Pública-Medellín)
|
16.5%
|
Emcali (Pública-Cali)
|
6.5%
|
Telmex (Privada)
|
4.4%
|
Otros
|
17.5%
|
Total
|
100.0%
|
Fuente: CRC (2009)
La oferta de telefonía fija sigue estando excesivamente concentrada en
cuanto a proveedores. Se trata prácticamente de un oligopolio, con fuertes
barreras de entrada. Telecom, que antes era el operador nacional de la
principal red de telecomunicaciones sigue controlando en 30% de la oferta, aún
en manos privadas. Sin embargo, los tres operadores públicos de las tres
principales ciudades no han perdido su importancia y se han mantenido en el
mercado: entre las tres controlan casi la mitad de la oferta de líneas. En
otras palabras, entre cuatro operadores controlan más de las tres cuartas
partes lo que constituye un verdadero oligopolio (tabla 3).
Telefonía móvil
En contraste con el declive de la telefonía fija, la telefonía móvil se
ha incrementado considerablemente. En el año 2009 la cobertura de la telefonía
móvil era como sigue (Tabla 4):
A junio de 2010, estas cifras han evolucionado hacia un total de más de
42 millones de abonados (Mintic, 2010). En diez años, entre
1999 y 2010, las cifras de cobertura se han invertido. Mientras que al iniciar
la primera década del siglo XXI había un poco más de un millón ochocientos mil
líneas celulares, que equivalían a una cobertura del 4.37%, hoy la cobertura es
de más del 95%, dejando sin cubrir sólo un poco más del 4% de la población.
Como se ha visto en las cifras de telefonía
finja, la cobertura de ésta es baja en cuanto a porcentaje de población, además
de estar muy concentrada en las áreas metropolitanas. Por tanto, la telefonía
celular viene a ser una alternativa de conexión para las regiones más apartadas
del país.
Tabla 4: Cobertura de telefonía móvil por operador
Operador
|
Prepago
|
Postpago
|
Total[1]
(2010-09)
|
Colombia Móvil
|
87.00%
|
13.00%
|
5.044.548
|
Telefónica Móviles
|
82.07%
|
17.93%
|
9.720.075
|
Comcel
|
86.02%
|
13.98%
|
28.640.707
|
Total
|
83.78%
|
16.22%
|
43.405.330
|
Fuente: Crc, 2009.
Siust (2011) http://www.siust.gov.co/siust/doc_xml/TablaCharts.jsp?con=estaticos/37_205.xml
En efecto, según el Dane (2009),
en 2008, el 83,8% de los hogares poseía
teléfono móvil (celular), frente al 17,7% en 2003. En la cabecera en 2008, el
87,5% tenía celular, comparado con 21,8% en 2003. En el resto, entre 2003 y
2008, se presentó un aumento de 66,2 puntos porcentuales en la tenencia de
teléfono móvil (celular); el porcentaje pasó de 4,6% en 2003 a 70,8% en 2008.
Socialmente, no hay gran diferencia. En 2008, para el Total Nacional, el 77,2%
de los hogares donde el jefe del hogar devengaba entre 0 y menos de 1,5
salarios mínimos tenía teléfono móvil; mientras que en los hogares donde los jefes
recibían mayores ingresos laborales, la tenencia superó el 90% (Dane, 2009).
Sin embargo, la tendencia es la misma que la de
la telefonía fija, es decir, a concentrarse en los grandes centros urbanos y a
descuidar la cobertura de las zonas apartadas, dado que de todas maneras dicha
telefonía requiere torres de retransmisión cuya operación no resulta rentable
si no existe un número suficiente de usuarios, o sea, si no hay mercado
garantizado.
En 2003 y 2008, Bogotá presentó el mayor porcentaje de hogares que
poseían teléfono móvil con 32,6% y 91,2% respectivamente. La Región Pacífica
(sin Valle) registró el porcentaje más bajo de tenencia de celular tanto en el
2003 como en el 2008 con 6,7% y 68,1% respectivamente (Dane, 2009).
Es decir, el contraste en la zona más urbanizada e integrada y la más
aislada y poblacionalmente dispersa, se expresa en términos de acceso a esta
tecnología. Teóricamente, la función de la misma debería ser precisamente la
cobertura de aquellas zonas no integradas.
Internet
Uno de los supuestos de la ideología de internet llamada tecno-utopía
es que con ella se reducen las diferencias de acceso a los medios de la gran
mayoría de la población, dada la capacidad técnica que ofrece de llegar a
cualquier lugar y en cualquier momento. Sin embargo, dada la lógica de mercado
que preside la oferta del servicio, la cobertura sigue siendo tan restringida
como la capacidad de compra de los usuarios. Esto se refleja claramente en la
exigua cobertura que tiene dicho servicio en Colombia, juzgando no por las
personas que dicen tener acceso o hacer uso de internet sino por la cantidad de
conexiones efectivas que se registran y sobre todo por las que corresponden a
los hogares. Además, se desconoce el número de conexiones por estrato, lo cual
daría no sólo la idea de la desconexión sino de la desigualdad. En términos
globales y meramente técnicos, las cifras indican lo siguiente (tabla 5):
Tabla 5: Distribución de suscriptores de Internet en
Colombia por tipo de acceso a diciembre de 2009.
Suscriptores
|
2008
|
2009
|
Variación
|
Total Accesos Fijos
|
2.251.086
|
2.246.833
|
-0,19%
|
Acceso a través de redes móviles
|
495.730
|
719.943
|
45,23%
|
Total (Fijo+Móvil)
|
2.746.816[2]
|
2.966.776
|
8,01%
|
Fuente: SIUST. Tomado
de CRC, 2009.
Tabla 6: Cantidad de suscriptores dedicados fijos
del servicio de acceso a Internet discriminados por segmento – Junio
-Septiembre de 2009
Suscriptores
|
2008
|
2009
|
Variación
|
Residencial
|
1.828.120
|
1.885.360
|
3,13%
|
Corporativo
|
278.237
|
280.596
|
0,85%
|
Centros Colectivos (Incluye
Programa Compartel)
|
17.151
|
18.329
|
6,87%
|
Fuente: Tomado de
CRC, 2009b.
Lo anterior se traduce en situaciones más concretas como las que se
describen a continuación, en las cuales es claro que el acceso en términos de hogares y de personas, ya no a través de las
oficinas, las empresas y los cafés internet, sólo alcanza a un cuarto de la
población, sin contar las desigualdades de la estratificación. Teniendo en
cuenta el número de hogares existentes en Colombia, su conformación promedio
por cuatro personas y el número de hogares conectados, el acceso real sería del
26.4%, que coincide con el dato de consumo de medios del Estudio General de
Medios (2009-II) y desmiente los datos de la Crc
(2009, septiembre) (tabla 7):
En cuanto a la estratificación, según el Estudio de Consumo de Internet
(ECI) realizado en 2009 por Indexcol y otras 14 empresas, en Bogotá la
penetración de internet en los sectores socioeconómicos altos alcanza el 80%,
en los niveles medios, el 60 % y en los niveles bajos, el 30%[3].
Extrapolando los datos de Bogotá, la población colombiana está compuesta en un
48% por estratos bajos, un 46% por estratos medios y sólo alrededor del 4% por
estratos altos[4]. En tal caso, estaríamos
ante la exclusión del 33.3% (60% de los estratos bajos), más el 18.4% (40% de
los estratos medios) y finalmente, el 0.8% (20% de los estratos altos), en
suma, más del 51% de la población del cualquier uso de internet.
Tabla 7: Acceso a internet por hogares y personas
Hogares
|
11.250.000
|
Conectados
|
1.885.360
|
Penetración
|
16.8%
|
Personas
|
7541440
|
Penetración
|
26.4%
|
Según la CRC (2009, p.3)
|
46.2%
|
Fuente: CRC, 2009b,
p.2 y 3[5]
Si el promedio de hogares en Colombia es de 4 personas (3.96) esto
queda sesgado por el hecho de que los hogares de los estratos más bajos de la
población son mucho más numerosos, pues no sólo incluyen más hijos sino
familias extensas. La Crc no ha
vuelto a reportar datos por estrato, a pesar de que las empresas proveedoras
del servicio tienen a sus usuarios estratificados. Si se hiciera una
ponderación por estratos seguramente la cobertura bajaría un poco.
En cuanto a los usuarios, en los últimos 12 meses 37,5% del total de
personas de 5 años de edad y más dice haber utilizado Internet (en cualquier
lugar) (Dane, 2009). Las ciudades donde más se registró uso de Internet fueron:
Bogotá (46,8%), Pereira (40,8%), Neiva (39,4%) y Tunja (39,2%) (Dane, 2009).
Habría que cuestionar, en un primer momento, lo que el gobierno
colombiano hace para constituir una sociedad de la información o, más bien,
informatizada. Aún así, este último cálculo coincide aproximadamente con los
resultados del Estudio General de Medios 2009-II (los datos de la Crc son de septiembre de 2009).
En cuanto a la cobertura territorial de Internet, ésta también tiene un
sesgo. Si 1032 alcaldías municipales tienen que ser conectadas a través de
Internet social (Compartel) quiere decir o que no existe oferta de los
operadores privados o que éstos municipios no tienen con qué pagarla (tabla 8).
Según Mintic (2010b), la capacidad instalada es de 134.236 Gbps (Gigabytes por
segundo) y sólo se utilizan 80.105, lo que quiere decir que sólo se está
utilizando un 59,67%; por tanto, no hay razón técnica para que haya los niveles
de desconexión que se evidencian a continuación.
En efecto, según esta misma fuente (Mintec, 2010b, p.5), en Colombia
1112 (99.3%) municipios cuentan con al menos una conexión a internet, que por
lo visto está en la alcaldía o en alguna institución pública, puesto que cuando
se trata de las conexiones residenciales fijas, sólo 432 municipios tienen al
menos un suscriptor (39.0%). En este caso, como integración del territorio,
internet deja por fuera más de la mitad (60%) de los municipios del país.
Tabla 8: Internet Social
Instituciones
beneficiadas
|
Total
|
Instituciones educativas
|
21814
|
Alcaldías municipales
|
1032
|
Instituciones de salud
|
839
|
Bibliotecas públicas
|
411
|
Centros provinciales de Gestión Agro-empresarial
|
57
|
Otras
|
1518
|
Total
|
25671
|
Fuente: Mintic, 2010b
En el otro extremo, sólo 29 municipios tienen más de 10 mil
suscriptores y apenas 100 tienen más de mil. Si tenemos en cuenta que Colombia es
un país repleto de pequeñas ciudades de más de 10 mil personas (más de 670),
este número implica que el promedio nacional está altamente distorsionado, pues
una ciudad de 10 mil habitantes debería tener al menos 180 conexiones para
mantener el promedio nacional. Sólo 70 (10%) de las 670 se aproximan a esa
cifra.
Tabla 9: Oferta comercial de internet por región
Región
|
Municipios con oferta
comercial
|
Caribe
|
46.91%
|
Occidental
|
57.30%
|
Oriental
|
26.80%
|
Fuente: Mintic, 2010b
Entre los operadores comerciales ninguno llega a la totalidad del
territorio Colombiano. La red más extendida que es la de Telecom apenas llega a
través de diferentes tecnologías a 274 municipios; Une-Epm, a 117; Edatel,
a 257; Etb, a 83 y Telmex (con sus
afiliados) a 129. Sólo empresas que tienen tecnología satelital como BT Latam
Colombia, Gilat Colombia, Internet por Colombia e Internet por América S.A.
llegan a un número más alto de municipios, técnicamente hablando, pues no
sabemos los suscriptores efectivos con que cuentan. Así ellos cubren 755, 636,
591 y 444 municipios, respectivamente. Y es que en efecto, la cobertura
comercial es selectiva. En el agregado por regiones, la proporción de
municipios que tienen oferta comercial es como sigue (tabla 9):
Esto se refleja en enormes distorsiones en la cobertura bruta o
porcentaje de conexiones por habitante, como se puede ver en la siguiente tabla
(tabla 10):
Como conjunto, ninguna región alcanza el promedio nacional del 7.0%, lo
cual se explica por la enorme distorsión que implica el hecho de que Bogotá,
teniendo casi siete millones de habitantes tenga una cobertura del 11%,
jalonada por las conexiones empresariales e institucionales. Tampoco alguno de
los departamentos, excepto Antioquia, Santander y Risaralda, que pasan del 6%,
se acerca al promedio nacional y menos a Bogotá. En síntesis, en términos de
conexiones, Internet tampoco ha llegado a ser una alternativa para la
integración del territorio y la población colombianos.
Tabla 10: Cobertura poblacional de internet por
región
Región
|
Cobertura
|
Caribe
|
3.13%
|
Occidental
|
4.91%
|
Oriental
|
6.23%
|
Fuente: Mintic, 2010b
La radio
El principal componente de la radiodifusión, en
términos técnicos, es la radio. La infraestructura de la radio, como radiodifusión,
es de las más antiguas del país. Como se dijo en otra parte (Narváez, 2010, pp.
605-606),
La conversión de la técnica de radiodifusión en un verdadero Sistema
Nacional de Radiodifusión y por consiguiente en la unificación nacional, exige condiciones
técnicas renovadas. Entre los nuevos descubrimientos en materia de transmisión,
producidos un poco por las necesidades de la guerra mundial, encontramos la
radiotelegrafía, el radar y la frecuencia modulada (FM).
El primer equipo de estas características (FM) fue traído a Colombia,
según Pareja (1984), en 1945 e instalado en el cerro de Monserrate, lo cual
permitió que la emisora Nueva Granada se escuchara en Santa Elena,
Medellín y Manizales. En 1948 se instalaron transmisores en los mismos sitios
lo que permitió hacer un enlace en F.M. con Bogotá y Cali. La señal alcanzaba a
llegar hasta Bucaramanga. Con ellos quedaron creadas las condiciones técnicas
para el rápido desarrollo de las cadenas radiales.
Este es el verdadero inicio del sistema nacional, no sólo desde el
punto de vista técnico, que es lo primero a solucionar mediante esta técnica de
transmisión, sino desde el punto de vista político, por la integración del
territorio y la población, y desde el punto de vista económico por lo que ello
significa en integración de un mercado nacional. Si bien las condiciones
técnicas no son neutras, sí queda en manos del Estado decidir si el Sistema
Nacional de Radiodifusión será predominantemente privado o público y, por
tanto, si será dedicado a crear un mercado (privado) o una nación (público). El
surgimiento de las cadenas comerciales, Caracol y RCN, a partir de esa
posibilidad técnica hablan bien de cuál fue el camino emprendido.
En efecto, el servicio de radiodifusión sonora hoy en Colombia está
dividido en cuatro modalidades: radio comercial, radio comunitaria, radio de
interés público y una categoría cuyo estatuto no está aún muy claro que es el
de la radio universitaria. Su distribución es como sigue (Tabla 11):
Tabla11: Radiodifusión sonora por modalidad
Tipo de emisora
|
Número de estaciones
|
Número de
Departamentos
|
Número de Municipios
|
Emisoras comunitarias
|
627
|
28
|
627
|
Emisoras comerciales
|
258*
|
30
|
140
|
Emisoras de interés público
|
164
|
28
|
111
|
Emisoras universitarias
|
67
|
20
|
20
|
Total
|
1116
|
Fuente: Elaboración del
autor con base en Mincultura, 2010; Mintic, 2010c; Mintic, 2010d.
La radiodifusión es una de las infraestructuras que más contribuye a la
integración del territorio, pues lo cubre prácticamente en su totalidad. Sin embargo,
esta primera aproximación muestra algunas diferencias sustanciales entre las
modalidades comunitaria y comercial: ambas cubren prácticamente todos los
departamentos, pero las primeras cubren un número de municipios casi cinco
veces superior a las segundas, a juzgar por lugar donde se produce la emisión.
Sin embargo, esto es engañoso, puesto que justamente la característica de las
comunitarias es su baja potencia (una requisito técnico para la adjudicación),
lo que indica que su alcance se circunscribe al lugar de emisión. Mientras
tanto, la característica de las emisoras comerciales es su alta potencia, su
alcance más allá del lugar de emisión, por lo que puede decirse que con sus 258
estaciones prácticamente cubre la totalidad del territorio.
En ambos casos, sin embargo, hay una fuerte concentración de las
frecuencias en los departamentos más importantes por el número de municipios.
Así, entre Cundinamarca, Antioquia, Boyacá y Santander se encuentran cerca del
40 por ciento de las emisoras comunitarias. En todos éstos departamentos
aproximadamente la mitad de los municipios cuenta con una emisora comunitaria,
excepto el caso atípico de Santander, en donde existen 50 estaciones para 70
municipios.
En cuanto a las emisoras comerciales, su distribución ya no obedece
tanto al número de municipios como al proceso de urbanización, pues la cantidad
sigue al tamaño de las ciudades y de las áreas metropolitanas. Aunque
Cundinamarca y Antioquia siguen siendo las de mayor oferta, la mayoría están en
la capital o en el Área Metropolitana y no en los municipios. Este es el caso
de Cundinamarca, Antioquia, Atlántico y Valle; en el primer caso, Bogotá
concentra 22 de las 34 estaciones comerciales en FM; en el de Antioquia,
Medellín concentra también más de la mitad, 18 de las 32; además, otras siete
están en el área metropolitana, por lo que sólo una mínima parte queda en
centros regionales también urbanizados como Sonsón y Apartadó. Lo mismo sucede
en Cundinamarca, pues las doce estaciones que se hallan fuera de Bogotá están
casi en su totalidad en los municipios aledaños o en las zonas turísticas como
Girardot y Tocaima. En Santander, aunque las emisoras están en 8 municipios, 9
están en al área metropolitana y dos en Barrancabermeja, que es un centro
urbano de importancia nacional. Aunque el Valle del Cauca es un departamento
prácticamente urbano, de grandes ciudades, 12 de las 25 emisoras están en Cali
y cuatro más en el área metropolitana (tabla 12).
Tabla 12: Distribución de emisoras comunitarias y
comerciales
Departamento
|
Comunitarias
|
Municipios
|
Comerciales
|
Municipios
|
Antioquia
|
70
|
70
|
32
|
18
|
Atlántico
|
18
|
18
|
12
|
2
|
Bolívar
|
22
|
22
|
8
|
4
|
Boyacá
|
55
|
55
|
10
|
8
|
Cauca
|
21
|
21
|
6
|
3
|
Cundinamarca
|
73
|
73
|
34
|
13
|
Norte de Santander
|
27
|
27
|
8
|
4
|
Santander
|
53
|
53
|
14
|
8
|
Valle
|
28
|
28
|
25
|
12
|
Fuente: Elaboración
con base en Mincultura, 2010 y Mintic, 2010c.
Desde el punto de vista de la oferta, ésta se encuentra altamente
concentrada, pues entre casi 200 concesionarios, tres concentran 79 de las 258
frecuencias asignadas, esto es, el 30.6% de las mismas. Esos tres
concesionarios son, obviamente, RCN, Caracol radio y la sociedad Olímpica-Char,
con 41, 26 y 12 concesiones respectivamente (Mintic, 2010c). Con este número de
frecuencias, instaladas en las principales ciudades del país, dichas cadenas
pueden cubrir gran parte, si no del territorio, sí de la población, pues como
vimos, se encuentran en zonas altamente pobladas. Adicionalmente, por ejemplo, “hoy
RCN constituye la mayor organización radial de Colombia con un total de 141
emisoras entre propias, asociadas y afiliadas” (RCN, 2009); en consecuencia,
con esta cifra el número de estaciones de las tres cadenas asciende a 189, sin
contar las afiliadas y asociadas de las otras dos, pero incluyendo algunas
estaciones en AM. Es decir, con sus emisoras afiliadas y asociadas, pueden
llegar prácticamente a toda la población, pues RCN emite desde 64 ciudades y
Caracol en 22, esta última sólo con sus estaciones propias; dada la potencia,
pueden irradiar a todas las poblaciones aledañas y sobre todo emitir
programación de carácter nacional.
En contraste, el sistema nacional de radiodifusión de interés público
se encuentra en franca desventaja respecto a los dos grandes sistemas de
radiodifusión privada. De las 164 frecuencias asignadas, la única oferta de
producción general, de carácter nacional, es la que presenta la radio de RTVC,
o Radiodifusora Nacional. Ésta cuenta con 28 frecuencias en igual números de ciudades,
pero su potencia y su audiencia no tienen comparación con las estaciones
privadas. Las demás se encuentran compartimentadas entre diversas instituciones
del Estado como la Fuerzas Militares, la Policía Nacional, Universidades y
otras instituciones de educación pública, gobernaciones y cabildos indígenas.
Esto presenta una desventaja respecto a la oferta privada: su programación se
hace local, de acuerdo con la ciudad de emisión y, por otro lado, son medios
institucionales que por promover los intereses corporativos de la institución
se asemejan más a una oferta privada que una oferta de interés público, pues
aunque la defensa de los intereses de los miembros de la fuerza pública o de la
universidad pública es legítima, no tiene que interesar a todos los ciudadanos.
En realidad, no existe un sistema nacional de radiodifusión de interés público
que esté a la altura y pueda competir con el sistema de radiodifusión privado
en cuanto a programación informativa y de entretenimiento.
En lo que respecta a las emisoras universitarias, estas son un
conglomerado que se identifica más por el tipo de programación que por el
carácter jurídico, pues allí aparecen tanto emisoras de índole privada como
pública cuyo punto de encuentro es un tipo de programación específica llamada
educativa y cultural. Su distribución territorial también está altamente
concentrada en Bogotá, pues 27 de las 67 frecuencias asignadas se encuentran en
la capital, es decir, casi el 40 por ciento; además, once están en Medellín y
cinco en Cali. En conjunto, las dos terceras partes están en las tres ciudades.
Aunque estas tres ciudades son el núcleo político y económico del país, al
concentrarse la programación en ellas tampoco se alcanza a ofrecer un relato
unificado de la nación, dada su escasa potencia y sobre todo el público
restringido y fragmentado al que se dirigen dichas emisoras.
La Televisión
Operadores de televisión
La Comisión tiene un criterio técnico para clasificar a los operadores
y definir la estructura de la oferta. Según el siguiente diagrama,
conceptualmente no importa tanto la organización institucional como las
características técnicas (gráfico 1):
Gráfico 1: Modalidades de prestación del servicio de
televisión
Fuente: Tomado de Cntv, 2009
En cifras, esta estructura se refleja en la siguiente relación de
operadores (gráfico 2).
Para efectos de la construcción del país y del proyecto de nación lo
que habría que cotejar sería las versiones de los dos canales privados y los
tres públicos de alcance nacional, pues es allí donde se ven reflejados los
relatos de la nación. Tal vez algo se pueda contraponer a éstos los relatos del
los ocho canales regionales. Los demás, los 47 canales locales y los 677
comunitarios, son versiones subnacionales extremadamente particulares que
merecen otra discusión, por cuanto no necesariamente de la sumatoria de
localidades se hace una nación. Finalmente, los 56 operadores de televisión
cerrada generalmente ofrecen una visión transnacional, a veces temática y
especializada que no es el caso de la televisión generalista.
Gráfico 2: Operadores del servicio de televisión en
Colombia por modalidades
Fuente: Cntv, 2009.
Televisión abierta
Teóricamente, según la Cntv,
Rtvc cubre el 92.0% de la
población, esto es, en términos físicos, o sea los que pueden recibir la señal.
Otra cosa es el consumo, el cual depende de la audiencia real de los medios.
Para tal cubrimiento cuenta con 210 estaciones repetidoras en todo el país, que
sirven a los tres canales públicos nacionales: Señal Colombia, Canal
Institucional y Canal 1. Mientras tanto, Caracol y RCN aparecen cada uno con
134 estaciones, pero en realidad son la mismas estaciones que sirven a los dos
canales, administradas por el Consorcio de Canales Privados Nacionales (Ccpn).
Las
estaciones están clasificadas en tres niveles:
De primer nivel: Cerro Alegre,
El Ramo, La Flora, Lebrija, Manjui y Padre Amaya (6). Cuentan con planta
eléctrica e intranet satelital.
De segundo nivel: (48) Cuentan
con planta eléctrica. Arauca, Bañaderos, Barranquilla, Belén de Umbría, Buena
Vista, Campanario, Carepa, Cerro Azul, Cerro Neiva, Cerro de Oro, Cristo Rey,
El Deleite, El Doncello, El Nudo, El Recreo, Florencia, Galeras, Garzón, Inzá,
Jurisdicciones, La Barra, La Castellana, La Loma, La Pita, La Popa, Laguna
Seca, Las Nubes, Leticia, Martinica, Monte Albernia, Munchique, Pesca, Quibdó,
Saboya, Samaniego, San Agustín, San José, San Juan, Santa Librada, Seminario,
Silvania, Suba, Sutatenza, Tasajero, Terrón Colorado, Ubaté, Villa de Leyva,
Yopal. De tercer nivel: las 80
restantes.
Por su parte, los canales regionales (8) poseen 190 repetidoras en todo
el país, aunque sin discriminar cuántas corresponden a cada uno. Con estas
estaciones deben cubrir, teóricamente, el 78% del territorio. Finalmente, los
canales locales, City Tv, Telemedellín y otros, con 49 estaciones, cubren el
45% de la población.
Televisión cerrada: televisión por suscripción y
televisión comunitaria
Según la CNTV, el 91.9% de los hogares de estrato 6, el 60.6% de los
hogares de estrato 3 y el 21.3% de los hogares de estrato 1 tiene servicio de
TV por suscripción (Cntv, 2009). En cuanto a usuarios: existían 3.140.700
usuarios de televisión por suscripción, de los cuales 2.817.417 recibían el
servicio de televisión cableada y 323.283 de televisión satelital (Cntv, 2009).
La baja cobertura de la televisión satelital indica algo de su carácter
elitista.
Cobertura centralizada: Cuando se
habla de concentración de la oferta en cualquier tipo de medio, se quiere
significar que los cuatro primeros operadores monopolizan al menos el 75 por
ciento de la oferta. Según la información de la Cntv
en 2009, la distribución del mercado por operador es la siguiente (tabla 13):
Tabla 13: Principales operadores de televisión por
suscripción y usuarios a septiembre de 2009
Operador
|
Suscriptores
|
Participación %
|
Telmex Hogar
|
1.704.886
|
54.64
|
UNE-EPM Telecomunicaciones S.A. ESP
|
739.260
|
23.69
|
Cable Unión de occidente S.A.
|
149.033
|
4.78
|
Directv Colombia
|
214.830
|
6.89
|
Colombia Telecomunicaciones ESP
|
132.808
|
4.26
|
Cable Bello Televisión Ltda.
|
39.241
|
1.26
|
Cablevista S.A.
|
24.992
|
0.80
|
Supercable Telecomunicaciones S.A.
|
19.558
|
0.63
|
HV Televisión Ltda.
|
18.493
|
0.59
|
Codisert Ltda.
|
8.881
|
0.28
|
Subtotal 10 mayores operadores
|
3.051.982
|
97.82
|
Otros operadores
|
68.001
|
2.18
|
Total
|
3.119.983
|
100.00
|
Fuente: Cntv, 2009, pp. 28-29.
De acuerdo con el criterio de concentración expresado anteriormente, el
mercado colombiano no sólo está concentrado sino ultra concentrado, pues sólo
dos operadores cubren más del 75% de la oferta. Si a esto le sumamos que
algunos operadores pequeños como Cable Unión son en realidad filiales de uno de
los dos primeros, la concentración puede llegar a ser virtualmente duopólica.
En cuanto a la televisión comunitaria, según también la Cntv, en 2009
existen 677 operadores de televisión comunitaria, cuyo número promedio de
asociados fue de 159.583. Si este dato fuera correcto, estaríamos ante un
número más de dos veces superior a la población colombiana, 108 millones 37 mil
691 afiliados, lo cual sólo es posible si las personas tienen múltiples
afiliaciones (Cntv, 2009).
Televisión Digital Terrestre (TDT) y televisión
móvil
De forma contraria a la televisión tradicional, que envía sus ondas de
manera analógica, la Televisión Digital Terrestre-TDT codifica sus señales de
forma binaria, habilitando nuevas opciones tales como: multiprogramas, mejor
calidad de video y de sonido, interactividad y movilidad (Castañeda y otros,
2010).
Aunque se transmite una señal codificada en forma binaria, es decir, en
0 y 1, ésta se transmitirá por el mismo espectro electromagnético y, por tanto,
necesitará también cubrir el territorio nacional con una red de repetidoras de
señal. Sin embargo, esto se hará más eficientemente, por cuanto en una misma
frecuencia se podrá transmitir la señal de varios canales a la vez. La
esperanza que existe es que con la TDT se pueda ampliar el acceso a Internet,
aunque menos interactivo, a la misma cantidad de población que potencialmente
cubre la TV, es decir, más del 90%.
En Colombia, el estudio de la
TDT apenas se inició en 2006 a través de la Resolución Directiva del 23 de
Febrero de la CNTV. Fueron convocadas empresas promotoras de los tres
estándares internacionales entonces en disputa: el norteamericano ATSC (Advanced
Televisión System Commitee), el europeo DVB-T (Digital Video Broadcasting) y
más tarde el japonés ISDB (Integrated Services Digital Broadcasting).
Se seleccionaron 30 puntos en tres ciudades para hacer las respectivas
pruebas teniendo en cuenta factores como ruido industrial, la topografía, ruido
vehicular, climatología, acceso a la estación, etc. Se realizaron 34 pruebas
fijas exteriores en Bogotá y 30 en Pereira; 5 y 4 fijas interiores y 3 y 2
móviles respectivamente en cada una de estas ciudades. El 28 de Agosto de 2008
la Comisión Nacional de Televisión escogió el estándar europeo (Castañeda y
otros, 2010).
En octubre 30 de 2009 se asignaron las frecuencias UHF del canal 14 al
20 para las emisiones de TDT, pero sólo cubriendo los departamentos de Bogotá,
Cundinamarca, Boyacá, Tolima, Valle del Cauca, Antioquia, Cauca, Guajira,
Atlántico, Magdalena y Bolívar. Es decir, sólo una parte del territorio. En
enero de 2010, RTVC inició la transmisión de la señal digital en Bogotá
cubriendo más o menos 2 millones de habitantes del centro y norte de la ciudad.
Se esperaba que en la mitad de 2010 se cubriera el 45% del territorio
incluyendo la cobertura de los canales regionales.
La comisión nacional de Televisión asignó para efectos de adecuación
cerca de 8200 millones de pesos a cuatro estaciones que cubren 254 municipios y
más de 19 millones de habitantes, es decir, casi el 43% de la población. Esas
estaciones son: Manjui, 133 municipios; Cerro Kennedy, 65; La Azalea, 37 y
Padre Amaya, 39 (Castañeda y otros, 2010).
Así mismo, “la empresa estatal se encuentra adecuando un centro de
emisión y adicionalmente, adelantando el proceso para la compra de los
transmisores necesarios para lanzar la señal digital” (Cntv, 2009, p.13). En el
mismo proceso se encuentran los canales privados nacionales.
Se espera, según el calendario establecido para el apagón digital, que
este se cumpla en 2019. Para el efecto, existe un convenio de “Apoyo a la
implementación de la TDT en Colombia” que hace parte del paquete de adopción
del sistema europeo y que contempla básicamente tres aspectos: a) asesoría para
la regulación de contenidos; b) asesoría para el manejo del espectro
electromagnético atribuido al servicio de TV; y c) implementación de un
programa de formación para los agentes de la TV. En cuanto al acceso de la
población, se estima que por lo menos la mitad de la población no está en
condiciones de remplazar su receptor de televisión para adquirir uno nuevo. En
consecuencia, una gran parte habrá de usar decodificador.
El estándar de TDT escogido por la Cntv
ofrece, así mismo, la posibilidad de la televisión móvil, a través de los
teléfonos celulares. Esta se basará en las dos tradicionales modalidades de
negocio de broadcasting: la
suscripción, según paquetes ofrecidos y el acceso abierto financiado por
publicidad. Todo esto por el momento es una expectativa.
Conclusión
Los datos de la infraestructura indican claramente que tanto física
como institucionalmente Colombia sigue afrontando un grave problema de
integración en términos de infraestructura, desde tres puntos de vista:
En primer lugar, es evidente que la distribución geográfica se haya
distorsionada e hipertrofiada por la concentración en las grandes zonas urbanas
del país, pues no sólo las coberturas son mayores por cuanto la densidad
poblacional permite la cobertura física, sino porque se sigue incrementando en
virtud de la mayor capacidad de compra de la población y porque la oferta de
redes resulta menos costosas.
En segundo lugar, la oferta privada se concentra, como la otra cara de
la moneda, en aquellas zonas que ya están densificadas física, poblacional y
económicamente, haciendo que la concentración se potencie, es decir, que no
refleja sólo la población y la capacidad adquisitiva sino además el sobre
consumo de éstas en relación con zonas apartadas.
En tercer lugar, hay una excesiva concentración de los oferentes, con
predominio de las empresas privadas y extranjeras, que pueden poner condiciones
a sus usuarios más allá de las compensaciones económicas. La oferta es casi
duopólica en manos de dos operadores extranjeros. No existe realmente una
competencia.
Finalmente, lo más preocupante es que esta lógica privada de oferta del
servicio con criterios de mercado está dando una imagen de cobertura discutible
por cuanto no se informa sobre la cobertura por estrato socio-económico o por
nivel de ingreso, lo cual podría ponderar el optimismo de los promedios, pues
no se dice en qué estratos sociales están concentrados los hogares conectados y
a cuántas personas corresponden. Los cifras de desconexión de los estratos
bajos que arroja el Estudio General de Medios 2010 II (Acim, 2010) son ilustrativas de lo que puede estar pasando
con la estratificación de las conexiones. La incapacidad de los estratos bajos
de pagar las tarifas que las empresas con ánimo de lucro exigen por la
prestación del servicio es lo que explica que se está inutilizando más del
cuarenta por ciento de la capacidad instalada de internet en Colombia.
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[1]
Proyecto: Educación
mediática y proyecto de nación en Colombia. Universidad Pedagógica
Nacional. Centro de Investigaciones (Ciup).
Bogotá D.C. 2011-2012
[1] Mintic, 2010
[2] Los datos a marzo de 2010, según el informe trimestral de
conectividad (Mintic, 2010b), ascienden en total 3.181.431 suscriptores,
discriminados en 2.266.151 en redes fijas y 915.280 en redes móviles. Esto
aumenta la cobertura bruta a un 7.07%.
Debido a que no hay datos para comparar el resto de las variables (hogares y
corporativos, así como por estratos), se mantiene el ejercicio con los datos
anteriores.
[3] Agradezco este dato a Julio César Ibáñez de la Maestría en
Educación-UPN.
[4] Distribución de la población por
estratos: uno, 9.33%; dos, 39.14%; tres, 36.09%; cuatro; 9.40%; cinco, 2.06%; alto, 1.76% (Desde abajo,
Julio 26 de 2010, nº 159).
[5] CRC (2009b). Comisión de Regulación de Comunicaciones. Informe
Trimestral de Conectividad. En línea en: www.crcom.gov.co. Recuperado, abril 30 de 2010.
* Únicamente en FM.
Ancízar Narváez M.
Doctor en Educación, Magister en Comunicación Educativa y Licenciado en
Ciencias Sociales. Profesor Asociado de la Universidad Pedagógica Nacional de
Colombia. Coordinador del Grupo Temático Economía
Política de la Comunicación de la
Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación (ALAIC).
Publicaciones recientes: Narváez, A. (2010a). “Educación,
capitalismo y desarrollo. Cultura
alfabética y globalización anglosajona”. En: Signo y
Pensamiento, 57, volumen XXX, julio-diciembre, pp.
248-267. ISSN: 0120-4823. Narváez, A. (2010b). “Cultura alfabética y mercado cultural en Colombia y en España”. En: Signo y
Pensamiento, 56, volumen XXIX, enero - junio, pp. 160-182. ISSN: 0120-4823.
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