¿Brecha digital, educativa o social?

Se empieza la semana con la novedad de que tendremos que hacer clases virtuales a través de las herramientas TIC, por lo menos hasta el fin de este semestre, para evitar el contagio descontrolado de la población con el coronavirus.

Una de las evidencias que deja al descubierto la pandemia que estamos viviendo es la que permite mostrar la relación entre estas tres desigualdades. La propaganda oficial dice que es la brecha digital la que produce la brecha educativa, y esta la que produce la brecha social. Esto es lo que, según la Ministra de las TIC, van a resolver los operadores privados en recompensa por la ley que les concede el uso del espectro por 20 años casi en forma gratuita.

A propósito de los resultados de las pruebas Pisa de 2018 http://observatoriopedagogicodemedios.blogspot.com/search/label/Pruebas%20Pisa habíamos escrito algo como esto:

Tanto jóvenes como adultos de todos los estratos saben manejar un teléfono móvil y acceder a las redes sociales. Ambos tienen acceso a los medios de comunicación. Si no lo tienen es por razones socioeconómicas, ya sea por el costo de los aparatos, por el costo de los planes o porque en los lugares de residencia o de estudio o de trabajo no hay electricidad o no hay cobertura de las redes de telecomunicaciones. Ya sabemos que en Colombia hay más teléfonos celulares que habitantes, así que si no se accede a la información no es por falta de cobertura. Tampoco es por falta de pericia, pues no hay secreto en el uso de los dispositivos y cualquier niño puede enseñar cómo hacerlo a quien no lo sepa. 

Pero ahora nos llega la urgencia de hacer clases a distancia usando los recursos de internet y entonces nos encontramos con la dura realidad de que para esto no es suficiente que todo el mundo tenga un teléfono móvil, pues la información para la que sirve este no es la misma que se intercambia en la vida académica, así sea de la escuela primaria: los móviles son para información breve, inmediata y de uso no perdurable. Entonces se necesita tener en los hogares conexiones Internet fijo de banda ancha o cableada. Y aquí viene la sorpresa: según el informe de la CRC de 2019, que consolida los datos de 2018 https://www.crcom.gov.co/uploads/images/noticia/REPORTE%20DE%20INDUSTRIA%20final%20DEFINITIVA.pdf ,  “la penetración de este servicio en términos de hogares fue de 46,4% en el último año”  (p. 48). O sea que más de la mitad de los hogares o, si ha mejorado mucho, la mitad, no tendrá manera de continuar su proceso de formación y aprendizaje.

Por otro lado, según el mismo informe, solo el 13% de los hogares con conexiones de internet fijo tienen una conexión de fibra óptica, con lo que eso implica en términos de velocidad. En efecto, dice el mismo: “un acceso de banda ancha es aquel que cuenta con una velocidad de bajada de 25 Mbps y 5 Mbps de subida”  (p.48). Sin embargo, según el informe, solo el 9% de las conexiones tenían una velocidad de bajada de 10 o más Mbps y solo el 6% lo tenía en la velocidad de subida. 

Estamos pues ante desigualdades manifiestas entre los niños y jóvenes en cuanto al acceso o conexión, así como en lo relacionado con la eficiencia técnica que implica la velocidad, en buena parte asociada a la banda ancha y a la conexión por fibra óptica. No es necesario tener un pensamiento muy agudo para saber que la mayoría de esas carencias afectarán principalmente a los estudiantes de los colegios públicos y, por supuesto, de los estratos más bajos de la población, que son la mayoría, pues, según el Dane, https://infogram.com/estratos-colombia-1gge9m8ox6dopy6 , entre el los estratos uno y dos suman casi el 45% de la población, y el 1, 2 y 3 sumados agrupan el 79.2% de los habitantes.

¿Será esto consecuencia de la calidad de los colegios o de los profesores? Creemos que es exactamente lo contrario. Es la desigualdad socioeconómica la que produce desigualdad en el acceso a conectividad, la que esta vez se traduce en desigualdad educativa. La desigualdad educativa refuerza la desigualdad social y, para colmo, ahora viene la brecha digital a reforzarlas a las dos.